¿Edonistas? ¿Kantianos? ¿Cuál de las dos vías es la más directa a una vida plena?

Los kantianos, gente de moral puritana convencida de que la felicidad es algo que debemos ganarnos con nuestros propios esfuerzos. Sin embargo, los edonistas rechazan el dolor y consideran que una vida feliz consiste en disfrutar el ahora.

La pregunta es ¿Cuál de las dos vías es la más directa a una vida plena? Los edonistas al ser prefieren arriesgar, experimentar y probar, y creen que la vida hay que afrontarla sin temor a la incertidumbre, mientras que los edonistas se concentran en planear un poco mejor el futuro.

Pues creo que ninguna de las 2 vías es completa. Para mi lo mejor es un término medio, es cierto, la vida hay que disfrutarla, pero tampoco puede ser tan a lo loco, porque sino el disfrute te va a durar sólo 3 días. Uno tiene que tener planes, por ejemplo, económicos, las cosas no son gratis, disfrutar la vida no es gratis. Tampoco en mi caso, soy del tipo de gente que es sólo trabajo y ahorro, ya que si te pasa un carro por encima, de nada sirvió sólo el esfuerzo. Por lo tanto, me quedo con lo mejor de ambos casos, disfrutar la vida, pero respaldado por una buena economía, y eso, lleva al final esfuerzo y sacrificio también.

Es difícil juzgar definitivamente cuál de los dos caminos -el kantiano o el hedonista- es más probable que conduzca a una vida plena, ya que puede depender de cada persona y de sus circunstancias individuales. Sin embargo, hay algunos puntos clave que pueden extraerse de ambas filosofías y que pueden tomarse como para luchar por una vida plena. Los kantianos se centran en la moralidad y se esfuerzan por ganarse la felicidad con su propio esfuerzo. Esto enfatiza la importancia del trabajo duro y la dedicación para obtener resultados. Por otro lado, los hedonistas priorizan el placer y el disfrute y creen que esforzarse por disfrutar del momento es la clave para una vida feliz. En esencia, existe un solapamiento entre las dos filosofías: un compromiso con la vida ética y un enfoque en la maximización del placer a corto plazo. En este sentido, el camino hacia una vida plena puede ser una combinación de ambas: reconocer tanto las obligaciones morales como la importancia de disfrutar