El caballero de Paris.

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Uno de los personajes que adornaron la capital cubana por mucho tiempo, de hecho,lo conocí en mi niñez,fue el llamado caballero de Paris del cual existe, en La Habana Vieja, una estatua que lo recuerda. Pero saben quién fue?

Nació en casa de sus padres, en la aldea de Vilaseca, en el término municipal de Fonsagrada, provincia de Lugo, España. Su padre fue Manuel López Rodríguez, de 30 años de edad, también nacido en Vilaseca, y su madre Josefa Lledín Mendez, de 30 años de edad, nacida en Nogueira en la misma municipalidad y provincia. Sus abuelos paternos fueron Bernabé López y Manuela Rodríguez, ambos anteriormente fallecidos. Sus abuelos maternos fueron Manuel Lledín y Francisca Méndez, ambos viviendo en la fecha de su nacimiento. Sus padres tenían una pequeña villa con viñedos donde producían vinos y aguardiente.

Arribó a la isla sin haber cumplido los quince años, a principios del siglo XX. Trabajó en diferentes actividades, como todo buen emigrante.

La mayoría de los reportes están de acuerdo que José perdió su razón y se convirtió en "El Caballero" cuando fue arrestado en 1920 y remitido a la prisión del "Castillo del Principe" en La Habana, por un crimen que no había cometido.

Era un hombre gentil que podía aparecer en cualquier lugar en el momento más inesperado, aunque visitaba muchos lugares regularmente. Se paseaba por las calles y viajaba en los autobuses de toda La Habana, saludando a todo el mundo y discutiendo la filosofía de su vida, la religión, la política y los eventos del día con todo el que atravesaba su camino.

Era de mediana estatura, menos de 6 pies. Tenía el pelo desaliñado, castaño oscuro, con algunas canas y lucía barba. Sus uñas eran largas y retorcidas por no haberse cortado en muchos años. Siempre se vestía de negro, con una capa también negra, incluso en el calor del verano. Siempre cargaba un cartapacio de papeles y una bolsa donde llevaba sus pertenencias.

Frecuentemente se encontraba en el Paseo del Prado, en la Avenida del Puerto, en un parque cerca de la "Plaza de Armas"; cerca de la Iglesia de Paula; y en el Parque Central, donde algunas veces dormía en uno de los bancos; por la Calle Muralla; cerca de Infanta y San Lázaro; y en la esquina de 12 y 23 en el Vedado.

Solo aceptaba dinero de las personas que el conocía, a las que a su vez daba un obsequio, que podía ser una tarjeta coloreada por el o un cabo de pluma o lápiz entizado con hilos de diferentes colores, un sacapuntas, u objeto similar. Tenía un hijo y una hija de una señora que era secretaria de una compañía azucarera. El Caballero relata que su hijo vivía en Marianao y trabajaba en la radio, y que la madre e hija se habían ido de Cuba.

El 7 de diciembre de 1977, "El Caballero" fue internado en el Hospital Psiquiátrico de Cuba en Mazorra, en las afueras de La Habana, como acto humanitario.

La razón fundamental para su internamiento no fue que amenazaba a nadie, sino su estado físico deplorable y deteriorándose. Allí fue bañado y su pelo fue limpiado y arreglado en forma de una larga trenza. Le suministraron ropa limpia, incluso un traje negro como el solía vestir, y amplia comida.

Durante su estancia en Mazorra fue sometido a exámenes físicos, exámenes de laboratorio y psicológicos, y también sufrió una fractura de su cadera por motivo de una caída.

El diagnóstico de su psiquiatra, el Dr. Cazadilla es que padecía de parafrenia, algunas veces considerado como una forma de esquizofrenia. El no sufría de alucinaciones.

Murió a la 1:45 a. m. del 11 de julio de 1985 a la edad de 86 años. Inicialmente, fue enterrado en el cementerio de Santiago de las Vegas en La Habana.

Sus restos fueron exhumados por Eusebio Leal, el historiador de la Ciudad de La Habana, y transferidos al convento de San Francisco de Asís, su presente lugar de descanso.

A la entrada de este convento se encuentra una estatua de bronce, creada por por el escultor cubano José Villa Soberón, en homenaje al célebre personaje.

Cuando lo conocí siendo niña ya el era muy mayor. Estaba muy sucio,su cabello era extraordinariamente largo pero como llevaba años sin peinarse era como una madeja desordenada.

La Habana tiene unos cuantos enfermo mentales que son conocidos pero ninguno fue tan famoso como este del que hoy les comento.

Fuente: ECURED.
 
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