Seguro has oído hablar de la I Guerra Mundial. Pero, ¿sabías que justo en el mismo año en que esta empezó, 1914, Cuba dio luz verde a la creación de la 1ra moneda nacional y por tanto, al nacimiento del Peso cubano?
A los americanos no les gustó nada.En julio de 1914 estalló la I Guerra Mundial cuando el Imperio Austro-Húngaro atacó Serbia. Con la guerra se cerraron los mercados, sobre todo el británico, para el tabaco torcido cubano. La noticia aterrorizó al sector, el 2do más importante de la Isla, después del azúcar. La Havana Tobacco Co. cerró de inmediato sus fábricas y 8000 obreros se fueron al paro. Lo que complicó todavía más una situación delicada, que en abril había llevado al presidente García Menocal a enviar un informe al Congreso señalando que 1913 había cerrado mal y acusaba una incipiente depresión industrial y mercantil porque el azúcar se estaba cotizando a la baja. Por lo que la noticia de las hostilidades lo llevó a enviar otro mensaje a los parlamentarios, esta vez en agosto pidiendo recursos para hacer frente a la crisis.Se pidió un empréstito por 15 millones con la casa Morgan. El desempleo estaba desbocado. Por lo que finalmente se presentó a los congresistas una Ley de Defensa Económica que permitió reajustar el presupuesto y amortiguar el impacto en el sector tabacalero. La ley se aprobó en octubre e incluía como un anexo el consentimiento para para la acuñación de moneda cubana respondiendo también a la solicitud de Menocal sobre la creación de un Banco Emisor con capital de 20 millones, lo cual dotaría a Cuba por primera vez de moneda propia. Hasta 1914 circulaban en Cuba 2 monedas de oro: el centén español, con un valor de 5,30 pesos y el luis francés equivalente a 4,24 pesos, además del USA dólar y fraccionarias españolas de plata. La ley disponía la creación solo de monedas de oro, plata y níquel, no así de papel. Se tuvo como referencia el patrón oro y se acuñaron 33 649 450 en oro, plata y níquel, en monedas de 20, 10, 5, 4, 2 y 1 peso. Las fraccionarias se hicieron de 40, 20, 10, 5, 2 y 1 centavo. La ley comenzó a regir el 1ro de diciembre de 1915. En septiembre, y para asegurar aún más la estabilidad del recién acuñado peso, el senador Manuel María Coronado, propietario del periódico La Discusión, había presentado al Senado un proyecto de ley en relación con la moneda, para que esta tuviera igual valor al Dólar. Sin embargo, los americanos no vieron con buenos ojos la maniobra y ya R Floyd Clark, un hombre de negocios asentado en La Habana había telegrafiado a Washington "preocupado por el tema", debido a una posible falta de credibilidad y garantías de pago.La preocupación se explicaba porque los fondos cubanos estaban respaldados en dólares y en oro europeo y las intenciones de Menocal no permitirían imponer el dólar como en Panamá. Finalmente EEUU no aprobó la acuñación de las monedas en Cuba, lo cual se haría en Filadelfia. De esta manera la expansión económica que se pretendía se mediría finalmente en dólares. El 7 de febrero de 1915, Hacienda firmaría la escritura por la cual se concedía al Banco Nacional (que era privado), la acuñación de la nueva moneda. El 8 de abril llegaba el primer envío. Este ascendía a 461k pesos, de los cuales 300k eran en monedas de oro y se entregaron al Banco Nacional. A la gente no le gustó mucho, desconfiaban, y el gobierno se vio obligado a hacer una advertencia oficial de que podían procesarse a los que no la admitiesen.Y así, mediante decreto presidencial del 14 de septiembre de 1915, se estableció que a partir de noviembre ya no circularía más otra moneda que no fuera la cubana y/o la estadounidense. Como dato curioso: las monedas cubanas fueron diseñadas por Charles Edward Barber, quien también había diseñado algunas monedas estadounidenses y del Reino de Hawái. Por cierto, la moneda cubana de 5 ctvs. de su diseño, estuvo en curso legal en Cuba hasta 1961.
Ver el archivos adjunto 1381
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A los americanos no les gustó nada.En julio de 1914 estalló la I Guerra Mundial cuando el Imperio Austro-Húngaro atacó Serbia. Con la guerra se cerraron los mercados, sobre todo el británico, para el tabaco torcido cubano. La noticia aterrorizó al sector, el 2do más importante de la Isla, después del azúcar. La Havana Tobacco Co. cerró de inmediato sus fábricas y 8000 obreros se fueron al paro. Lo que complicó todavía más una situación delicada, que en abril había llevado al presidente García Menocal a enviar un informe al Congreso señalando que 1913 había cerrado mal y acusaba una incipiente depresión industrial y mercantil porque el azúcar se estaba cotizando a la baja. Por lo que la noticia de las hostilidades lo llevó a enviar otro mensaje a los parlamentarios, esta vez en agosto pidiendo recursos para hacer frente a la crisis.Se pidió un empréstito por 15 millones con la casa Morgan. El desempleo estaba desbocado. Por lo que finalmente se presentó a los congresistas una Ley de Defensa Económica que permitió reajustar el presupuesto y amortiguar el impacto en el sector tabacalero. La ley se aprobó en octubre e incluía como un anexo el consentimiento para para la acuñación de moneda cubana respondiendo también a la solicitud de Menocal sobre la creación de un Banco Emisor con capital de 20 millones, lo cual dotaría a Cuba por primera vez de moneda propia. Hasta 1914 circulaban en Cuba 2 monedas de oro: el centén español, con un valor de 5,30 pesos y el luis francés equivalente a 4,24 pesos, además del USA dólar y fraccionarias españolas de plata. La ley disponía la creación solo de monedas de oro, plata y níquel, no así de papel. Se tuvo como referencia el patrón oro y se acuñaron 33 649 450 en oro, plata y níquel, en monedas de 20, 10, 5, 4, 2 y 1 peso. Las fraccionarias se hicieron de 40, 20, 10, 5, 2 y 1 centavo. La ley comenzó a regir el 1ro de diciembre de 1915. En septiembre, y para asegurar aún más la estabilidad del recién acuñado peso, el senador Manuel María Coronado, propietario del periódico La Discusión, había presentado al Senado un proyecto de ley en relación con la moneda, para que esta tuviera igual valor al Dólar. Sin embargo, los americanos no vieron con buenos ojos la maniobra y ya R Floyd Clark, un hombre de negocios asentado en La Habana había telegrafiado a Washington "preocupado por el tema", debido a una posible falta de credibilidad y garantías de pago.La preocupación se explicaba porque los fondos cubanos estaban respaldados en dólares y en oro europeo y las intenciones de Menocal no permitirían imponer el dólar como en Panamá. Finalmente EEUU no aprobó la acuñación de las monedas en Cuba, lo cual se haría en Filadelfia. De esta manera la expansión económica que se pretendía se mediría finalmente en dólares. El 7 de febrero de 1915, Hacienda firmaría la escritura por la cual se concedía al Banco Nacional (que era privado), la acuñación de la nueva moneda. El 8 de abril llegaba el primer envío. Este ascendía a 461k pesos, de los cuales 300k eran en monedas de oro y se entregaron al Banco Nacional. A la gente no le gustó mucho, desconfiaban, y el gobierno se vio obligado a hacer una advertencia oficial de que podían procesarse a los que no la admitiesen.Y así, mediante decreto presidencial del 14 de septiembre de 1915, se estableció que a partir de noviembre ya no circularía más otra moneda que no fuera la cubana y/o la estadounidense. Como dato curioso: las monedas cubanas fueron diseñadas por Charles Edward Barber, quien también había diseñado algunas monedas estadounidenses y del Reino de Hawái. Por cierto, la moneda cubana de 5 ctvs. de su diseño, estuvo en curso legal en Cuba hasta 1961.
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