Articulo Hunter: El niño de Dahjlonica

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Hola, antes de empezar este es un pequeño capítulo de una historia que tengo publicada en la plataforma de wattpad. Si les gusta la trama, no duden en seguirme en dicha plataforma y apoyarme. Si son amantes de la ciencia y ficción postapocaliptico no duden en decirme su opinión.

Nombre: Hunter: El niño de Dahjlonica
Genero: Ciencia ficción

Heaven era una gran ciudad compuesta solamente por mujeres.

Fué la primera de su tipo que se creó en el continente para la convivencia explícita del sexo femenino y la entrada de los hombres era estrictamente prohibida, con excepción de un día al año, donde se permitía el acceso de cientos de hombres de toda la región para participar en un evento donde a las mujeres se les autorizaba a mantener relaciones sexuales con el objetivo de procrear.

Debido a que el por ciento de natalidad femenina era peligrosamente bajo, las niñas eran sumamente atesoradas, añoradas y amadas para toda la vida. Además de que se les permitía vivir en Heaven, aunque la mayoría no veían un hombre en toda su vida o elegían la compañía de su mismo sexo.

Como bien dice su nombre Heaven era el cielo representado. No existía discriminación alguna y la tasa de crímenes era sorprendentemente baja, por no decir que no existía en absoluto dentro de sus enormes y extensos muros. La seguridad era más que admirable y se podría decir que entre las demás ciudades de mujeres que existían en el mundo, Heaven era la líder en tecnología de todos los tipos, aunque no conocía muchos detalles sobre ella.

Debido a que era solo un niño, mi acceso a la ciudad era demasiado limitado. Los lugares importantes como laboratorios, escuelas, sedes del gobierno etc, estaban prohibidos para mi persona, al igual que al resto de los niños. Con excepción de las niñas por supuesto, a ellas se les permitía una educación responsable y podían ir a donde quisieran.

Habría podido vivir toda mi vida en esta ciudad, pero tuve la desgracia de haber nacido en el sexo equivocado. Nunca aprendí a leer ni a escribir a pesar de ser el hijo de la gobernante de la ciudad. Pero Iliana Dahjlonica era una mujer cruel, me odiaba terriblemente y no era broma. La única vez que se me permitía verla era cuando venía de algún combate con toda su frustración acumulada y me usaba como su saco de boxeo personal para aliviar su odio y rencor.

Si, ella odiaba terriblemente a los hombres.

Siempre había estado encerrado en la torre más alta de la mansión donde vivía. Me crié bajo la compañía de las sirvientas que me traían la comida y los víveres diarios. De vez en cuando intercambiaban palabras conmigo pero nada más. Creo que fué el único trato amable que he recibido en esa maldita ciudad. Si mi situación era así, siendo el hijo de la gobernante, no querría imaginar como vivían los demás niños que nacían en Heaven.

Según una de mis nanas, muchos ni siquiera llegaban a los 12 años, que era el límite que se le permitía a un niño vivir en Heaven. Se esperaba a que tuviese edad suficiente para luego ser expulsado a su propia suerte. Algunos tenían la suerte de reencontrarse con sus padres biológicos fuera de los muros y otros simplemente se convertían en alimento para las bestias del desierto.

Fuera como fuera el resultado, estaba completamente seguro de que la vida ahí afuera no era mejor que aquí adentro. Era verdad, como hombre tenía la ventaja de explorar el mundo y ver cosas que ninguna mujer podría ver encerrada en sus muros de concreto, tenía libertad de hacer lo que quisiera. Pero eso también tenía sus partes malas.

Luego de la cuarta guerra mundial hace cientos de años, el planeta se convirtió en un paisaje inhóspito y desértico en su gran totalidad. Las zonas verdes y el agua eran muy escasas por lo que la arena y el polvo era lo que más se podía apreciar a través de mi ventana con vista a la colorida y biológica ciudad de Heaven, pero más allá de sus lejanos muros se apreciaba un extenso desierto que parecía llegar hasta el infinito.

Le temía mucho al desierto. Mi cuerpo temblaba con solo imaginar estar solo en lo más profundo de aquel desolado paisaje. Si tenía suerte podría encontrar a mi padre, o tal vez este me estaría esperando en la puerta justo en mi cumpleaños número doce. Pero en el peor de los casos, no sobreviviría ni una noche. Las historias de mutantes y parásitos que se metían en tu interior y te devoraban desde adentro era lo que más llegaba a mis oídos. A menudo las sirvientas me las contaban para asustarme o divertirse entre ellas a costa de mi sufrimiento, pero no dudada de la veracidad en sus palabras.

No dudaba de nada en este mundo.

Más allá de eso, no tenía mucho que hacer más allá de ver la tv, conversar con las sirvientas o soportar las palizas de mi casi ausente madre. Lo cierto es que no sabía nada de ella, excepto que era bastante violenta y muy ágil en el combate cuerpo a cuerpo. Físicamente era una mujer sumamente alta, robusta e intimidante. No tenía ni una muestra de cabello en su cabeza lampiña pero su rostro no era desagradable en absoluto. En sus mejores tiempos debió ser una mujer hermosa de ojos verdes como el musgo en los árboles, nariz puntiaguda y labios carnosos. Un rostro, que ahora era surcado por una gran cicatriz que atravesaba desde su ceja, su ojo izquierdo hasta su pómulo. La mayoría de las veces cubría su ojo con un parche oscuro, pero cuando estaba enojada se lo quitaba y me daba las palizas de las que ya estaba acostumbrado.

Al principio lloraba e imploraba su misericordia, pero luego me fuí adaptando a cada golpe hasta el punto de no sentir dolor en absoluto. Eso la frustraba aún más y cuando cumplí los diez años llegó a aburrirse de mi falta de reacción ante sus maltratos. Sus visitas se volvieron cada vez más escasas hasta que por un año entero no volví a verla.

Con solo diez años me convertí en una carcasa vacía sin emociones ni sentimientos. Las historias de las sirvientas dejaron de tener efectos en mi y hasta ellas se aburrieron de mi. Solo venían cuando era explícitamente necesario. Me quedé totalmente solo.

Por un tiempo sentí mucho rencor y odio hacia todas las mujeres. Soñaba con vengarme cuando fuera lo suficientemente mayor. Una especie de rechazo a todo lo que tenía que ver con el sexo femenino se fué creando lentamente en mi interior... pero todo eso quedó atrás cuando finalmente la conocí.

Scarlett fué como un aire fresco en mi vida. Llegó a mi sin siquiera buscarla y cuando la vi por primera vez, supe que se convertiría en lo más importante en mi vida. En toda mi razón de ser.

Era una niña tres años menor que yo, pero no le había presentado ningún problema escalar la torre hasta mi ventana. Era sorprendentemente ágil y fuerte para su edad, además de traviesa y contestona.

—Al fin te encontré... —dijo con voz entrecortada y agitada cuando por fin su pequeño rostro se asomó por el borde de la ventana. Me había quedado totalmente embelesado ante su presencia, no daba crédito a lo que veía.

Con algo de esfuerzo logró meterse completamente en mi desordenada y sucia habitación. Su cuerpo regordete estaba cubierto por un vestido desaliñado y algo sucio. Estaba descalza y su cabeza rapada en su totalidad, apenas cubierta por unos casi imperceptibles rulos rojizos. Su mirada verdosa, llena de vida y optimismo, eran muy diferentes a los ojos grises y muertos que todos los días me devolvían la mirada en el espejo. Pero enseguida supe lo que era al ver su gran parecido con Iliana.

En un abrir y cerrar de ojos, sus pálidos brazos envolvieron mi cuello con fuerza uniéndonos en un profundo abrazo, sin siquiera inmutarse por el mal olor que en ese momento cubría todo mi ser. Era tan sucio y asqueroso, que ni siquiera las sirvientas se acercaban a mi más de lo necesario, pero a ella ni siquiera le había importado eso.

—Por fin, te encontré hermanito... —su chillona y a la misma vez cálida voz atravesaron mis tímpanos como un cuchillo, penetrando cada vez más mi mente inutil— Mamá no dejaba que me acercara a ti, pero al fin pude encontrarte.

Hermano.

Esa palabra no me era desconocida en aquel momento.

—¿Qué es jelmano? —pregunté curioso cuando al fin ella se separó de mi. Me costaba un poco decir la palabra debido a mi falta de desarrollo lingüístico.

Una persona normal me habría mirado como un bicho raro y se habría burlado de mi falta de conocimiento, pero ella en cambio solo me acarició mi sucia caballera oscura que en ese momento me llegaba a los hombros. Estaba bastante seguro de que debía estar llena de todo tipo de pequeñas criaturas como pulgas o piojos. Pero ella solo me sonrió como si aún no pudiera creer que estuviese presente frente a ella.

—Es lo que somos tú y yo —respondió señalando su pecho y el mío con su dedo índice— Tenemos la misma sangre corriendo por nuestras venas, somos hijos de la misma mamá, por eso somos hermanos.
 
Heaven era una gran ciudad compuesta solamente por mujeres.
Mmm. Ah, si?
Fué la primera de su tipo que se creó en el continente para la convivencia explícita del sexo femenino y la entrada de los hombres era estrictamente prohibida, con excepción de un día al año, donde se permitía el acceso de cientos de hombres de toda la región para participar en un evento donde a las mujeres se les autorizaba a mantener relaciones sexuales con el objetivo de procrear.
De triunfar el feminismo el futuro sería mas o menos así
Si, ella odiaba terriblemente a los hombres.
Una femiloca XD
Una especie de rechazo a todo lo que tenía que ver con el sexo femenino se fué creando lentamente en mi interior.
Eso por culpa de las femilocas XD

Pero es que de verdad que te pareces una pila a Jaina. Mira, para que veas que no es broma mía ni nada. Mira esta obra maestra de tema creado por Jaina: https://5minutos.cu/tema/movimiento-lesbinazi-por-una-munda-de-mujeres-libres-de-hombras.7262/
 
Mmm. Ah, si?

De triunfar el feminismo el futuro sería mas o menos así

Una femiloca XD

Eso por culpa de las femilocas XD

Pero es que de verdad que te pareces una pila a Jaina. Mira, para que veas que no es broma mía ni nada. Mira esta obra maestra de tema creado por Jaina: https://5minutos.cu/tema/movimiento-lesbinazi-por-una-munda-de-mujeres-libres-de-hombras.7262/
No mi vida, está obra es una enseñanza filosófica de que nadie es bueno ni malo. Lo hice con el objetivo de mostrar que ni las mujeres son perfectas, ni los hombres tampoco. Todos somos seres humanos. Ni esta bien pensar que la mujer es superior al hombre, ni tampoco esta bien pensar que el hombre es superior a la mujer. Debe haber siempre un equilibrio para todo y eso es lo que yo apoyo verdaderamente, no el feminismo progre que la política insiste en meternos en la cabeza.

Es un futuro distopico de empiezan a nacer más hombres que mujeres y que poco a poco la natalidad femenina va bajando. Los hombres son libres en el mundo, y las mujeres se ven obligadas a vivir en ciudades amuralladas para preservar su supervivencia y con ello la supervivencia de la raza.Claramente, la villana que en este caso es la madre del protagonista, es una persona perturbada y cegada por el odio y que se desquita con su hijo. La historia se centra en él, su supervivencia y el amor que siente hacia su hermana, además del todo el camino que recorrerá para volver a encontrarse con ella. Si te interesa, puedes seguir leyendo en wattpad, creo que te gustará
 
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