Mañana

Pensaría en lo crudo del instante.
Pero me abruma lo que pasará.
O más bien no sentir que algo pasará.
El tiempo.
No propone existir como concepción humana.
Sólo existe el instante de liberación o silencio.
El tiempo ha muerto.
Aún me duele lo cósmico del futuro.
Soy demasiado humano, tal vez trastornado.
¿Mañana qué haré?
Terminar haciendo lo mismo que hoy.
Así será.
Y sucedió.
Pronto moriré de hambre.
No sé escapar del mañana.
¿Cómo huir?
 
Nacimos de los misterios de la mañana,
pensar en qué puede dar el día, y enfriaras tu mente.
Entre la decima y duodécima campanada, una paz pura,
tan luminosa, tan incandescente alterara los mecanismo,
de la transmisión del saber.
¿Mañana qué harás?
Lo mismo que hiciste ayer, lo mismo que harás pasado mañana.
Discutir entre tu existencia y tu devoción de tal como existe hoy.
¿Cómo podrás huir?
De la única manera tal cual hacemos. En nuestra zona de confort.
Y aún así Aristóteles dijo: Considera digno de si mismo, el que conquista sus deseos antes su enemigo, ya que la victoria más dura, es sobre si mismo.

El mañana no existe, es relativo. Lo que existe es el "HOY"
 
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