Realmente, no se debiera desaparecer a nadie. Por ejemplo, en la vida siempre estarán presentes las comparaciones, en este caso los cantantes buenos y los malos. Es necesario, con tal de que haya un equilibrio y así comprobar que sirve y que no sirve (aquello es mejor que este). Lo único malo es que haya que dispararse por ahí, cuanta caca bulla reguetonera exista, aunque no quieras, porque a veces los escuchas accidentalmente, debido a que se filtra desde algún lado, se clava en tu cerebelo y te rompe el alma en mil pedazos.
Ojala un día no se desencadene Fantomas la 3ra Guerra Mundial por causa del regueton, que no es del todo malo, los malos son algunos de sus exponentes. Ellos solo escogieron lo fácil que era cantar. Respecto a esto, quizás les creyeron ciegamente a sus amigos y familiares que los chillidos y gritos guturales que metían, eran pura sonoridad, calidad, registro vocal y una tesitura que le roncaba los mameyes. Me imagino que cuando oyeron el popopopopo, de cierto cantante, muchos se tiraron al suelo, pensando que estaban en medio de una balacera.
Además, tienen una lírica increíble en sus canciones (Cervantes es un niño de teta al lado de estas letras antológicas):
-Ahhhh, Mameeee, Tu Sabeeeeee, yosoyelquetedoyricoporahiiiii, tieneunlunarcitoalladodeltotico, quericoquerico, elbobito, elloquito, elmongo, arubiselindeseable, nosotrolapegamopapi…(Traducido del ruso por Serguey Miravoyenko).
Ya ustedes saben. Ni utilizando el proyecto Zeus (Si. ese el de G.I.Joe Retaliation, donde tiran una cabilla desde el espacio y desping... acaban con medio Reino Unido) podrán destruir los tentáculos del regueton. Ya es tarde.