Eso es cosa de exhibicionistas y de andar con la hormona acelerada. De día, que incómodo. Pero quizás por la noche sea otra historia. El oleaje y el follaje, son buenos acompañantes en caso de una erección. Si es necesario llevar una manta para poner en la arena, ya que esta raspa. En el agua no. En el agua es dejarse llevar y poner mente positiva en que ningún cangrejo me va a frustrar ¨el palo¨ que estoy echando al triturarme un testículo con su tenaza, o le pellizca un glúteo a la jevita. ¨Dale pal carajo de aquí, Sebastián¨.
Hay que saber antes. Uno cuando lleva cierto tiempo de queso acumulado (casi cuadriculado), debe cuidarse mucho de ir en trusa a la playa y más aquí en Cuba donde el gracioso y el bufón hacen el día diciendo:
- Ahí va Hemingway con su caña de pescar… Esta que ¨preña¨ a distancia. Cuidado con él.
Y la jevita tuya, con la risa en los labios y mirando para abajo y tú, todo incómodo y avergonzado y el pequeño YO a su aire, seguro que pensando:
- Coño, que tela más apretada esta. Me duele la cabeza de tanto empujarla.
Lo bueno es que ahora las erecciones se disimulan. Bueno, hace rato no voy a la playa, así que no sé cómo andarán las modas. La última vez que fui (hace unos años) todo el mundo andaba en pura ropa de baño, tangas y trusas… Si, como no: Shorts cortos (calenticos) de mezclilla, bermudas, blusas, enguatadas, hasta gorras y sombreros de yarey. Todo para protegerse del sol veraniego. Había algunas chicas (contadas con la mano) luciendo elegantes bañadores de tres piezas o algún modelito sexy, más o menos a tono con el ambiente. Hacia allá se enfocaban las miradas.
Es peligroso ver a alguien sumergido casi hasta el cuello en el agua y mirando a una de estas chicas por tanto tiempo. Te hace pensar cosas como:
La marea está subiendo, ese no quiere mojarse la cabeza, seguro está acariciando la arena del fondo marino con las manos o debe estar orinando. Ah! ¿Qué pensaban?
Nada. En el mar, la vida es mas sabrosa…